Hoy, amada amiga, quiero contarte de un dolor... Y aunque sé que de dolor, casi nada puedo hablarte, también sé que de esperanzas se colmó tu corazón.
Hoy, amada amiga, estoy en un ocaso y aunque sé, que miles de puestas de sol acompañaron tu existir, también sé, que en la desdicha, tejiste tu futuro y acuñaste un porvenir.
Hoy, amada amiga, apelo a tu grandeza, a tus nostalgias, a tus sueños, a tu amor...
Y si... Hoy, amado amigo, quiero ofrecerte una esperanza...