Supe acariciar los buenos momentos que me regaló la vida y supe también detestar las amarguras, y aunque hoy, las hojas caídas de un otoño gris acompañan mi existir, no tengo dudas al creer, que sólo se trata de vivir...
Hoy deseo entregar (una vez más) mi corazón. Hoy es un día especial y mi corazón, regalado al fin, se viste de finas vestiduras, pues quiere verse bien... ¡Feliz Cumpleaños mi dulce y amada compañera, novia, amiga, amante y consejera!